Como comentaba en otro post, llegué a este libro por casualidad. Sigo la serie A game of thrones, en donde sale un personaje que me parece interesante, Lyanna Mormont, una niña de familia noble que comanda un ejército. La actriz que la interpreta genialmente, Bella Ramsey, sale en una serie que Netflix lanzó el año pasado, The worst witch. La comencé a ver y, si bien no es excelente y no se la recomendaría a cualquiera, me llamó la atención por una serie de razones que voy a comentar.
Primero, Ramsey hace un papel excelente interpretando a alguien completamente distinto a su personaje en Game of thrones. Mientras que Lyanna es segura y decidida, Mildred Hubble es un desastre. Nunca sabe lo que tiene que hacer, echa todo a perder, es la vergüenza de la escuela. Es, pues, lo que el título de la serie anuncia. Lástima que no hayan metido más plata a los efectos especiales, que dejan mucho que desear. Pero ni modo, si has estado siguiendo series británicas de fantasía no hay nada que extrañar.
Segundo, porque en la serie se definen reglas para el uso de la magia en el universo en el que transcurre la historia que me parecen mucho más razonables que las que plantean otras franquicias. Tengan en cuenta que la novela corta infantil en la que está basada es de 1974, así que mucho de lo que les puede parecer conocido es porque alguien lo leyó aquí y lo desarrolló en otra parte. Quizás, no sé, en otra escuela para niños con poderes mágicos que también se organizan en casas. Digo, no más.
Tercero, lo más interesante es el mundo que se construye. Estamos hablando de una escuela oculta para niñas -solo niñas, porque es una escuela de brujas- en donde se tejen intrigas y aventuras. Pero este mundo tiene reglas. Mildred romperá muchas sin querer, demostrando lo que hay detrás de esas reglas. Esto permite explorar un mundo muy rico creado por Jill Murphy.
El libro Worst witch es relativamente corto, pero permite arrojar un vistazo a un mundo muy complejo e interesante. No debe sorprender que después de Worst witch vinieron siete continuaciones. Cada libro cubre un semestre de Mildred en el colegio. Así que si alguien más escribió siete libros, uno por cada año de un mago en el colegio, ya saben de dónde sacó la idea.
Este primer libro no es introductorio. No fue escrito pensando en una serie o en una saga. Me imagino que Jill Murphy simplemente quería contar la historia de una aprendiz de bruja que es amenazada con ser arrojada de la escuela y que se fuga y tiene una aventura por su cuenta en el bosque, sin querer salvando a su escuela. Por supuesto que tiene personajes interesantes, pero estos son introducidos para contar esta historia, no para iniciar una saga que luego tendrá muchos libros. Esto último le ligó de chiripa.
De estos personajes, el que más me intriga es el de la directora, Amelia Cackle. Es la imagen de una bruja buena, algo vieja, que tiene esperanza en que Mildred se enmiende y aprenda a ser una buena bruja. Que deje de meter tanto la pata y que piense las cosas antes de echarlo todo a perder. No es exactamente una versión femenina de Dumbledore, pero claramente hay mucho de ella en él. Quizás la diferencia más relevante es que Mildred no es la elegida. No es la mesías que viene a salvar a todos y que hay que proteger como sea.
Nah. Mildred es una niña que quiere hacer las cosas bien, pero que se ve envuelta en travesura y media. En ese sentido, me parece mucho más humana y cercana. Ella está pasando por esa etapa por la que varios pasamos. Y sus razonamientos y sus intenciones son buenas. Ella es bienintencionada, solo que las circunstancias conspiran para hacerla quedar mal y terminar siendo siempre la peor bruja de la escuela, de ahí el título.
En un momento ella celebra que no es la peor bruja, sino la «second worst witch» (la segunda peor), por un problema en el que se mete su rival Ethel Hallow. Es un momento tan emotivo. No sé, me parece muy bien escrito.