Mildemonios

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Mis lecturas del 2018, ni modo

In .Inicio, Crítica on 25 enero, 2019 at 5:16 AM

Hace unos años noté que había blogs que hacían crítica y comentarios de libros que una vez al año sacaban una lista de lecturas favoritas o ránkings aplicando cualquier criterio.  Así que en el 2013 yo mismo comencé a hacer mi post anual.  Pero como me daba flojera hacer un recuento de todo lo que había leído durante todo el año (yo leo un montón), seleccioné solamente cinco categorías que me parece que son representativas.

La primera vez que hice este experimento está en este enlace.  La versión para el 2017 está en este otro enlace.

Y sin más preámbulo, aquí mi selección.

La mayor decepción personal del 2018

Los cómics eran un éxito, la serie la estaba rompiendo, así que por qué no sacar novelas de la franquicia Walking Dead.  El genio detrás de toda la marca, Robert Kirkman tuvo la genial idea de escribir un libro que iba en paralelo con la historia que ya conocíamos.  Se trataba de la historia de cómo el Governor, villano de uno de los arcos de la serie de televisión y de los cómics llega al pueblo Woodbury (esto se cuenta en la primera novela) y va evolucionando hasta el líder de esa comunidad para luego dirigirlos contra el grupo liderado por Rick en los cómics y la serie.

La idea es buena y la ejecución brillante.  El último libro de ese arco (que comento en este otro post) es excelente.  Hasta ahí todo bien.  El problema viene después.  El siguiente libro de la serie, Descent, es un reverenda basura.  Predecible.  Obvia.  Llena de sorpresas convenientes para llevar la historia hacia donde la quieren llevar.  Mala.

El asunto aquí es que los libros anteriores los escribieron Kirkman con Jay Bonansinga.  Descent lo escribe Bonansinga solo.  Por lo que veo, el zapato le quedó grandísimo.

El mayor descubrimiento personal del 2018

Los dos libros de este excelente autor huaracino ya los hes comentado en este enlace y en este otro.  Lo descubrí gracias a que yo mismo he escrito novelas de zombis y de alguna manera llegué a su obra.  Muy recomendable, señores.  Lo único que hay que advertir es que, a pesar de ser muy bueno y muy profundo y muy bien pensado, son historias altamente negativas, en las que el ser humano está en lo peor de sí mismo.

Lo que sí me da pena es que la industria literaria en el Perú no tenga los mecanismos para descubrir a un talento como el de Apolín.  Le falta su padrino con premio nobel en literatura o su compañero de pupitre congresista.  En todo caso, gracias a dios por las editoriales independientes que sí hacen ese esfuerzo.  Felicitaciones a editorial Killa por arriesgarse con este autor y comenzar a darle la atención que se merece.

El mayor descubrimiento metaliterario del 2018

Ya he comentado antes cómo Welcome to Night Vale es un podcast que vale la pena seguir.  Lo que uno escucha semana tras semana es supuestamente al locutor de la radio comunitaria de un pueblo olvidado y alejado en Estados Unidos.  Lo particular es que en este pueblo conviven muchos fenómenos inexplicables paranormales y surreales.  Es de terror, pero con mucha comedia.  Es excelente.  Una combinación muy difícil de lograr, pero que sus autores Joseph Fink y Jeffrey Cranor y el locutor Cecil Baldwin han sabido encontrar.

Como podcast funcionaba muy bien.  Y sabía que tenía una novela impresa que transcurre en ese mundo y otra más por llegar.  Pero recién en el 2018 he caído en cuenta del inmenso potencial que tiene esta franquicia.  Leí su primera novela, Welcome to Night Vale, y he estado siguiendo otros podcasts que transcurren en ese mismo mundo, así como sus shows en vivo.  Es la locura.

Desde hace tiempo había leído del potencial que tiene el transmedia para nuevas propuestas narrativas.  Nunca antes lo había visto explotado de una manera tan inteligente.  No desde el lado comercial, quizás J. J. Abrams sea el que se lleva ese premio.  Me refiero más bien al lado narrativo.  Toda esta maraña de productos en distintas plataformas están contando una sola historia.

Mayor placer culposo del 2018

En varias oportunidades en este blog ya me he lamentado de la terrible decisión de Disney de sacar de la continuidad oficial todas las novelas que habían estado publicando en los años entre el lanzamiento de Return of the Jedi y Phantom menace.  Hasta antes del estreno de esta última, yo había estado siguiendo estas novelas y me había estado comprando algunas en la medida de mis posibilidades.  No obstante, Phantom menace resultó tan mala que me quitó todas las ganas de seguir la historia de la familia Skywalker y sus aliados.

Años después llegó la película Force awakens, que es más mala aún.  Es tan tan tan mala que me hizo revalorar Phantom menace.  Y me hizo recordar con nostalgia esas novelas que fueron contando lo que pasaba con nuestros personajes favoritos años después de los sucesos de Return of the Jedi.  Así que busqué los títulos en el Kindle y resulta que los tienen relativamente baratos.  Los he estado leyendo.

En el 2018 me enfrasqué en la saga de novelas New Jedi Order, la primera de las cuales comenté en este post del 2017.  Sí, ya sé que el 2017 no es el 2018.  Lo que sucede es que esta primera novela, Vector Prime, no es particularmente buena.  Cumple, pero deja mucho que desear.  En cambio, la segunda y la tercera son otra cosa completamente.  Escritas por otro autor, Michael Stockpole, tienen su enfoque en los personajes y en su evolución.  Leer el conflicto interno de, por ejemplo, el arrogante Jedi Ganner Rhysode, es un placer culposo por donde se vea.

El mayor sentimiento encontrado del 2018

He comentado varias de las novelas de esta serie aquí.  Sin embargo, hay un detalle que es importante para entenderla.  La autora, Lois McMaster Bujold, no las escribió en orden.  Por ejemplo, la primera novela de la serie -si te guías por la historia que están contando- es Falling free, que comento en este post.  Esta novela fue la quinta en ser escrita.  Para cuando la autora se sentó a producirla, ya tenía la experiencia de cuatro previas.  Ya sabía qué funciona, qué le gusta al público, etc.  Esto hace que Falling free sea considerablemente superior a la segunda de la serie, Shards of honor, que comento en este otro postShards fue la segunda en ser escrita y se nota.

Las tres últimas novelas que he leído de esta serie no me han gustado.  Me parecen muy procedimentales, muy obvias y con un personaje principal al que todo le sale bien porque todo le debe salir bien porque es muy astuto, pero todo le sale bien porque todo le sale bien.  Mientras que en Falling el personaje principal todo el tiempo nos está demostrando por qué se supone que él es el más inteligente en el cuarto (está solucionando problemas, está discutiendo con otros personajes, etc), en Vor Game todo se alinea para que todo salga de manera ideal, que comento en este post.  Eso a mí me aburre.

Si fuera otra serie, ya la habría abandonado, que es lo que voy a hacer con Walking Dead.  Pero en este caso es distinto, porque la que me toca es una que fue escrita después de Barrayar, que es la que más me ha gustado hasta ahora de la saga.  En fin, le voy a dar una oportunidad más, pero creo que va a ser la última.

Lois McMasters Bujold, The Vor Game

In .Inicio, Crítica on 9 agosto, 2018 at 10:23 PM

Esta novela es parte de la Saga Vorkosigan, que se inicia con Falling Free (que comento en este enlace).  Y si bien es el octavo título de la saga, fue el décimo primero en ser escrito.  Esto quiere decir que para cuando McMaster Bujold se sentó a escribirla, estaba ya bastante experimentada.  Es decir, sabía lo que funcionaba y lo que no cuadraba.  Esto es relevante, porque títulos anteriores podían ser catalogados como ligeramente experimentales.  Esto es bueno, porque deja a la autora escribiendo material bien novedoso.

El drama en las novelas de McMaster Bujold es siempre el mismo.  Hay una sociedad altamente militarizada y formal y burocratizada, en la cual el héroe brillante e iconoclasta tiene que moverse.  En Vor Game tenemos nuevamente de héroe a Miles Vorkosigan, el hijo de Cordelia Naismith, quien cumplía exactamente esa función (ser heroína brillante e iconoclasta en una sociedad militarizada) en dos de las novelas anteriores, Shards of honor (que comento en este enlace) y Barrayar (que comento en este otro).  No obstante, en Vor Game, Miles ya no será el joven burlón al que todo le sale bien, como en Warrior’s Apprentice (que comentó aquí).  Este Miles está más cercano al chico en conflicto que no sabe quién debe ser.  Más cerca al Miles de Mountains of mourning (que comento aquí).

En Apprentice me molestaba que a Miles todo mágicamente le saliera bien.  Que planeara algo demencial para salir de una crisis y que todo le funcionara.  A partir de cierto punto, ya no era divertido.  En cambio, en Mountains, lo que me molestaba era todo lo contrario, que la solución al problema que se presenta en el libro no es realmente algo al nivel de un chico que se supone que es un genio y que ha estado exhibiéndose como un genio por la galaxia conocida.  La solución era básicamente darse por vencido.

En Vor Game creo que Master Bujold llega al equilibrio.  El Miles de esta novela se acaba de graduar de la academia y tiene una idea de a lo que quiere que apunte su carrera militar.  No obstante, sigue siendo el hijo de un oficial relevante y de familia noble, así que su carrera no es un asunto solo de él, sino prácticamente un asunto de Estado.  En ese sentido, mucha gente se mete en su vida.  Miles no tiene el control de las cosas y eso es interesante.  Para variar.

Desde el comienzo hasta el final, Miles está reaccionando a lo que otros están haciendo.  Él no tiene el control de nada, en realidad.  Su carrera está siendo decidida por un comité.  Cuando está en una posta en el polo de Barrayar, su bienestar es decidido por su oficial superior, que es un incompetente.  Cuando está de misión fuera del planeta, es otro oficial el que decide las cosas.  Y cuando la crisis estalla, él está corriendo de un lado a otro con su acompañante sorpresa tratando de regresar a la seguridad de su planeta natal, pero todo se complica cada vez más, hasta el gran final.

Así es mucho más interesante ver a un joven que se supone que tiene una mente brillante: En un ambiente que no está bajo su control.

A mí personalmente me gusta mucho la primera parte, en la que está estacionado en una base de entrenamiento en una isla lejana.  Y ni siquiera está ahí a hacer algo interesante, sino para ser el oficial encargado de monitorear el clima, que es terriblemente aburrido.  Lo que sucede en la base termina siendo interesante y explora a un Miles más maduro, dispuesto a tragarse su orgullo como parte de un plan superior.  Él sabe que lo han mandado ahí para tenerlo bajo control y él está dispuesto a aceptar lo que le han impuesto, porque sabe que ése es el camino para una carrera en la flota luego.

Me habría gustado leer más sobre su vida en esa base.  Sí, por supuesto que lo que viene después fuera del planeta es muy emocionante, pero ver a este personaje fuera de su elemento y tratando de procesarlo da pie a una serie de reflexiones maduras y profundas.  Habría sido curioso saber qué habría hecho Miles de haberse quedado ahí los meses que le dijeron que tenía que quedarse.

Por lo demás, Vor Game cumple y sirve como transición hacia un Miles distinto, que está analizando las consecuencias de sus tiros al aire, algo que no hacía en Apprentice.  Después de Mountain, yo casi no tenía ganas de seguir leyendo la saga.  Pero ahora sí estoy a bordo nuevamente.

Lois McMaster Bujold, The warrior’s apprentice

In .Inicio, Crítica on 16 junio, 2017 at 3:38 PM

Esta escritora fue uno de mis descubrimientos más celebrados de hace un par de años.  Una escritora de ciencia ficción con una visión práctica y pragmática de las cosas, con una evidente intención de cuestionar prejuicios de nuestra sociedad colocándolos en un mundo futurista creado por ella.  Pero por encima de todo eso, que ya es bueno, sus personajes son muy queribles y simpáticos.  Sin mencionar que los protagonistas de sus novelas tienden a ser astutos e inteligentes, buscando siempre la salida creativa e intelectual a los problemas en los que se meten, antes que la violencia.

Louis McMaster Bujold ha sabido crear un universo creíble y funcional.  Lamentablemente este universo lo ha creado a lo largo de la publicación de novelas que no han salido en el orden interno cronológico de la historia que está contando.  Así, la lectura de su obra tiene dos posibles órdenes: Las puedes leer en el orden en el que las publicó o en el orden de la historia que está contando dentro de las novelas.  Yo escogí la segunda opción.

La última que comenté fue Barrayar, que es la que más me ha gustado hasta ahora.  Ahí la tensión política y las intrigas que afectan la vida de los dos personajes principales era insuperable.  Warrior’s apprentice es la que le sigue.  Lamentablemente el nivel es muy inferior.  Sigue siendo una buena novela, interesante e inteligente.  Pero no llega al nivel de Barrayar ni de lejos.

Warrior’s Apprentice sucede varios años después de Barrayar.  Milo, que es el bebé alrededor de cuyo rescate suceden tantos asuntos de impacto global en la novela anterior, ha crecido y se ha preparado para ingresar a la academia de oficiales.  Después de todo, en la sociedad en la que vive se sobrevalora a las fuerzas armadas y él es hijo de un conde.  Es de esperarse que vaya a la academia y sea un oficial ejemplar.  Pero hay un problema.

Milo fue dañado antes de nacer y salvado milagrosamente con tecnología extraña a Barrayar.  Su cuerpo es más frágil de lo normal, aun cuando su mente sea tan fina como la de su madre.  Previo a su ingreso a la academia, es enviado a Beta Colony, el planeta de su familia materna, en donde poco a poco las cosas se comienzan a complicar, hasta que Milo demuestra a todos estar preparado para ser oficial, cuando termine siendo el jefe de una flota de mercenarios en el medio de una guerra civil estelar.

La historia está bien, pero el personaje principal, Milo, es demasiado.  O sea, es como Tyrion de Game of Thrones, pero a mil por hora.  Se las sabe todas.  Para todo tiene una respuesta.  No hay crisis que no pueda resolver.  Y lo que es peor, todo le sale bien.  A excepción de una tragedia que tiene por ahí, todo es puro éxito con este tipo.  A partir de cierto punto ya no es interesante, porque sabes que todo le va a funcionar.

Por momentos se nota que ésta fue la primera novela de esta autora en ser publicada.  Incluso antes que Shards of honor, que introduce los conflictos que dan pie a los sucesos de Warrior’s Apprentice.  Como ya comenté, Shards tampoco es de lo mejor de la saga.  Aún  así tiene a su favor que mucho en la novela es novedad.  Warrior’s Apprentice no tiene ni siquiera eso.

La super astucia de Milo llega a cansar.  Es como una versión desatada y sin sustento científico de su madre, Cordelia.  Es una pena, porque como planteamiento promete mucho.  Lamentablemente no llega a cumplir.

Lois McMaster Bujold, Barrayar

In .Inicio, Crítica on 11 marzo, 2017 at 5:15 AM

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Barrayar es lo mejorcito que he leído de ciencia ficción en mucho tiempo.  Como ya comenté en un post anterior, esta novela es la tercera en la serie de Lois McMaster Bujold que podrás encontrar en la red como la Vorkosigan Saga.  No obstante, si bien es la tercera en la línea narrativa, no es la tercera que escribió, sino la sétima.  Y se nota.  Es una obra maestra.  Si Falling Free captó mi atención y Shards of Honor me entretuvo solamente, Barrayar es la novela que necesitaba para trazarme como meta a largo plazo leerme todas las novelas de esta colección.

En Barrayar comenzamos a ver los cambios sociales que nos han prometido en la novela anterior.  Barrayar es un planeta chapado a la antigua, con una fuerte tradición militarista y con familias nobles que controlan el gobierno.  Un emperador muy astuto que ha sabido mantener el poder a pesar de las intrigas y los intentos de derrocarlo.  Pero no solo eso.  Siendo una sociedad militarizada, necesitan estar en constante conflicto con alguien.

En este contexto llegó Cordelia, una oficial de ciencia de Beta Colony, en la cual la sociedad es mucho más racional y liberal.  Dado que la novela es narrada desde el punto de vista de ella, el choque de culturas será constante.  A Cordelia le llamará la atención muchas de las cosas que hagan los que están a su alrededor y tratará de darle sentido o de retarlo.

Éste es el contexto en el que se comienzan a dar las intrigas políticas a las que arrastrarán a Cordelia y a su esposo Aral Vorkosigan, a quien conoció en la novela anterior.  Su padre es un conde y tiene una posición en el gobierno.  Pero además, Aral es un héroe de guerra y un militar con una carrera bastante recta.  No sorprende, pues, que el emperador le pida ser el regente mientras su nieto tiene la edad suficiente para gobernar.

Cuando el emperador fallece es que arrancan las intrigas.  Éstas son interesantes en sí mismas, porque muestran una sociedad llena de tradiciones y prejuicios, pero además en necesidad urgente de reformas para poder progresar.  Como decía, siendo una sociedad militarizada muchos consideran que necesitan estar en constante conflicto para poder desarrollarse.  Aral y su facción consideran que no y que necesitan aplicar varios cambios urgentemente.  Esto no le cae bien a algunos.

Por un lado está eso.  Por el otro el conflicto que tiene Cordelia dentro de su casa (o su palacio, mejor dicho).  Ella quiere imponer sus principios a los que se relacionan directamente con ella.  En algunos casos tiene éxito, como con su guardaespaldas Drou.  En otros no tanto, como con el padre de Aral, el conde Piotr Vorkosigan.  Las discusiones y cuestionamientos a este nivel son de lo mejor y terminan siendo el perfecto complemento a la intriga política de más alto vuelo que comentaba.

En todo este embrollo, por momentos Cordelia -que se supone que es una intelectual- tiene que tomar cartas en el asunto.  Esas secuencias son lo máximo.  Y la mejor de todas es la ilustrada en la portada de la novela que pongo al inicio.  La manera como está contada es totalmente natural.  El personaje de Cordelia es único.  McMaster Bujold es muy buena para presentarla y explicar sus motivaciones y por qué hace las cosas.  De tal manera que cuando la misma Cordelia lleva el asunto a las últimas consecuencias, es consistente dentro del mundo que nos han estado describiendo.

Lo que es más interesante, las consecuencias de esas acciones son aceptables.  Básicamente todas las novelas de la saga que vienen después de ésta son consecuencia de esa última secuencia que estoy mencionando.  Es crucial que haya sido escrita de una manera tan dinámica y convincente.  Que lo es, así que los siguientes libros los tengo en mi lista de espera.

Mis lecturas del 2016, porque ya pues

In .Inicio, Crítica on 13 enero, 2017 at 4:37 PM

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Hace unos años me percaté que era una especie de norma finalizar un año haciendo un repaso de lo que uno había leído en esos doce meses.  Me refiero, por supuesto, a blogs de personas relacionadas a la literatura o columnas de gente que quiere frotarnos en la cara que ellos tienen tiempo para leer como cancha, pero nosotros no.  Como me parecía algo pedante hacer ese recuento, consideré prudente usar apenas cinco categorías, las cuales están más abajo.  Así cumplo con la norma de hablar de lo que he leído este año sin caer pesado.

Por supuesto que las categorías son las que me cuadran a mí porque me dan la gana.  Y la justificación que doy a cada uno de los libros seleccionados es altamente antojadiza.  Es más, si eres de la crema y nata de la sociedad literaria peruana seguramente estarás en desacuerdo conmigo y tendrás una razón más para odiarme (como si necesitaras).

Así que aquí están, sin ningún orden en particular.  O quizás sí, no sé.  En este enlace está la primera vez que hice esto en el 2013.  En este otro enlace la segunda vez en 2014.  Y en este otro, las del 2015.

La mayor decepción personal del 2016: Hace un tiempo descubrí el maravilloso mundo de la autora de ciencia ficción Lois McMaster Bujold.  Ella tiene una serie de novelas que transcurren en un universo en el cual la colonización de las estrellas por parte de la raza humana se hizo en desorden y en caos, lo que siglos después trajo conflicto entre las distintas sociedades que se desarrollaron en distintos planetas.  Había leído que el mundo que crea para sus historias es genial, más allá de que los personajes de sus novelas son muy profundos y queribles.  En su website personal encontré un texto en el que ella recomendaba leer las novelas no en el orden en el que las escribió, sino en el orden cronológico de los sucesos que narra.  Así comencé con una de las últimas que ella escribió, pero que es la precuela a toda su saga, Falling free.  Como comento en este post, me pareció lo máximo.  Me capturó por completo.  Esto fue hace un par de años.

La siguiente novela de la serie es Shards of honor, que escribió mucho antes.  Y está bien, pero no es sobresaliente.  La comento en este otro post.  Pero la que viene luego es un ladrillo a la cabeza.  Es buenísima.  Todo lo que una buena novela de ciencia ficción debe ser.  Me refiero a Barrayar.  Es excepcional y en parte eso se debe a que la escribió mucho después.  La que viene después de eso, Warrior’s apprentice, cumple pero no es tan impactante.  Y la que leí recientemente, The mountains of mourning, una novela corta que narra un momento crucial en la vida de uno de los personajes centrales de la saga, era una historia necesaria para mantener la saga en movimiento, pero qué mala que es.

Mala del verbo mala.  El final es arbitrario, los cuestionamientos sociales son bastante forzados, el personaje principal se las sabe todas porque se las sabe todas.  Quizás la más baja de la saga hasta ahora.  Espero que la que viene después, The Vor game, levante.  No me importa que The mountains of mourning haya ganado todos los premios.  No me parece que esté a la altura de Barrayar.  Ni de lejos.

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El mayor descubrimiento personal del 2016: Ya sé que es una novela muy vieja, pero yo recién la he podido tener en mis manos.  Y la manera cómo la he podido conseguir fue bastante anecdótica.  Verán, hace un tiempo tengo planeado escribir una novela que tenga que ver con posesiones y he estado haciendo alguna pruebas, escribiendo pasajes para ver si logro captar la esencia de ese tipo de relato.  En paralelo en el 2016 he estado haciendo visitas a colegios y haciendo presentaciones en distintos lugares sobre mi novela de terror Réquiem por San Borja.  En ese proceso me invitaron a visitar Huancayo.

La segunda vez que fui, Carlos Calle, con quien coordiné un año antes mi presentación en la Feria del Libro de Huancayo, me preguntó en qué estaba trabajando y le conté sobre este proyecto mío y cómo estaba teniendo problemas para plasmar en el papel algunas cosas.  Al día siguiente dejó en el hotel de regalo un ejemplar de El Exorcista, de William Peter Blatty.

Pues bien, meses después me senté a leerla y tuve que dejarla por otros pocos meses.  La novela es demasiado fuerte.  O demasiado fuerte para mí, en todo caso.  William Peter Blatty sabe perfectamente lo que hace.  Sabe muy bien cómo causar impacto, cómo manipular al lector, cómo presentar los hechos para mayor efecto.  En ese proceso, me ha dejado preocupado.  Muy buena novela.

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El mayor descubrimiento metaliterario del 2016: Este año esta categoría tiene que ver con Star Wars.  George Lucas sacó A New Hope, The Empire Strikes Back y The Return of the Jedi.  Y listo, eso era todo.  Pero luego comenzaron a sacar novelas contando qué fue de la vida de nuestros personajes favoritos después de la Batalla de Endor.  Esto ya lo comenté en otro post.  Todo ese universo que crearon distintos escritores de a pocos eventualmente fue borrado de la continuidad por Disney.  Así que ahora oficialmente no hay Mara Jade.  No hay Jacen y Jayna Solo Skywalker.  No hay Academia Jedi.  No hay ninguna de las genialidades que fueron saliendo de a pocos.

No obstante, a pesar de que estas novelas ya no son parte de la continuidad oficial, siguen existiendo.  Aún las puedes comprar por Amazon y aún las puedes leer.  De hecho, lo recomiendo, porque algunas de ellas son excelentes.  Y si se comparan con el bodrio que es The Force Awakens, no hay pierde (aquí justifico por qué independientemente de si te haya gustado o no, tienes que aceptar que es una mala película).  Hasta un escupitajo en la pared tiene más creatividad que esa película.

El caso es que recién en el 2016 descubrí que entre los años 1999 y 2003 se hizo el esfuerzo por ordenar este proceso.  La editorial Del Rey trabajó en conjunto con Lucasfilms para juntar a doce escritores y todos juntos contar una gran historia: Cómo en el caos que vino después de la caída del Imperio, entre otras muchas cosas, se estableció un nuevo Orden Jedi.  Más allá de que sea el universo desechado de Star Wars, el proceso me parece increíble.  He comenzado a leerlo en orden (y me imagino que me voy a tomar décadas en terminarlo, pero en fin) y por el momento está bien.  Ya lo comentaré en un post en su momento.

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El mayor placer culposo del 2016: Debo aceptar que en mi afán de buscar autores distintos o novedosos a veces termino con un fiasco entre mis manos.  Y como hoy en día hay tanto disponible para leer (a diferencia de cuando yo era chico, que era difícil conseguir lo último en fantasía o ciencia ficción en el Perú), tengo la regla de que si un libro no me captura en su primer capítulo, lo dejo.  Lo siento mucho.  No puedo estar perdiendo mi tiempo en una novela mediocre o que no fue escrita para el segmento del mercado al que pertenezco.

En ese proceso a veces me cruzo con libros que claramente son cualquier cosa.  Que son predecibles, que tienen personajes cliché, que tienen diálogos forzados… pero que aún así me gustan por alguna razón personal o sicológica o qué sé yo.  Las sigo reconociendo como malas, pero las sigo leyendo por el puro placer culposo de saber cómo acaba o para seguir un poco más la vida de un personaje que me ha llamado la atención.

Ésta es mi mejor justificación de por qué terminé de leer Lockwood & co.  Además de la hermosa presentación, por supuesto: La portada, los diseñitos internos, etc.  Este libro lanzado por la editorial de Disney -que también lanzó el libro en el que está basada la franquicia Descendants– se supone que es la piedra angular sobre la que se basará otro de los imperios de esta corporación.  Y tiene varios problemas como novela.  Los comento en este enlace.

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El mayor sentimiento encontrado del 2016: Como mencionaba en este otro postLas pequeñas aventuras de Juanito y su bicicleta amarilla es un problema.  Este libro infantil no es solamente un libro infantil.  Es más bien una franquicia que se ha armado alrededor del libro infantil.  Así, tenemos la obra de teatro, el disco de música, presentaciones en vivo de las canciones contenidas en ese disco, el libro mismo, las ilustraciones contenidas en el libro.  Lamentablemente, de todo este universo de productos, el que menos se defiende es precisamente la piedra angular del sistema: El libro.

Las presentaciones en vivo son de lo mejor.  De hecho, creo que en lo que a shows para niños es de lo mejor que se puede conseguir en esta ciudad.  Esto no le quita mérito a otros pioneros de este género como las Hermanas Paz o José Luis Dammert.  La música misma, el manejo de los niños mismos, los props, etc.  Me parece que es de lo mejorcito y espero que de ahí se evolucione a algo más sofisticado pronto.

Las ilustraciones son excelentes.  La obra de teatro -que no he tenido la oportunidad de ver- me dicen que fue muy buena.  Pero como insisto, ya no estamos en los ochentas.  Un libro con un cuento infantil tiene que estar bien hecho.  Ya no se puede presentar cualquier cosa.  Considero que la historia contenida en el libro es bastante pobre.  Una pena.

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(Dibujito de arriba: http://inhasa.tumblr.com/)

Lois McMaster Bujold, Shards of honor

In .Inicio, Crítica on 24 junio, 2016 at 2:57 PM

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Ésta no es la mejor de las novelas de esta serie, pero sigue siendo buena.  Es la segunda en la Vorkosigan Saga.  La primera es Falling free, que me parece una de las mejores novelas de ciencia ficción que he leído en mi vida.  Así que cuando comencé Shards of honor estaba emocionado, porque esperaba algo al mismo nivel.  Lamentablemente ése no fue el caso.

Luego me enteré que la autora escribió las novelas en desorden y que Falling free fue una de las últimas que publicó, a pesar de que en la cronología de Vorkosigan Saga transcurre al comienzo.  Éste no es un dato trivial.  Explica también por qué la siguiente, Barrayar, es la mejor de todas (en mi opinión, hasta ahora).

Shards introduce a los dos personajes que darán inicio a todo el conflicto de las novelas siguientes.  Se trata de Cordelia Naismith del planeta Beta Colony y Aral Vorkosigan del planeta Barrayar.  Cada uno ha terminado varado en un planeta recientemente descubierto en donde se conocerán.  Pero cada uno ha sido varado por una razón distinta.

En el universo en el que transcurren estas novelas cada mundo tiene su propio gobierno y sus propios principios y valores.  En ese sentido, Beta Colony y Barrayar no podrían ser más distintos.  Beta Colony es liberal, cree en las libertades y en la democracia.  Tiene una particular preocupación con la ciencia.  No son guerreros, sino más bien individualistas.  Se defienden si los atacan, pero no consideran correcto estar invadiendo otros planetas, básicamente porque respetan sus derechos.

Barrayar, en cambio, es una sociedad militarizada.  Su sociedad tiene una estructura vertical.  Para hacer carrera en política uno tiene que ser oficial del ejército.  No obstante, Barrayar es una monarquía.  Tiene un emperador, quien a su vez alrededor tiene a familias nobles y consejeros y espías.  En ese sentido, Barrayar está mucho más sujeta a la política como la conocemos hoy que Beta Colony.

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En Beta Colony todo es un gran caos.  No hay un verdadero gobernante, sino que la sociedad se está gobernando a sí misma.  Eso es bueno y a su vez malo.  Para cuando Cordelia pueda regresar a su planeta y enfrentar las consecuencias de lo que ha hecho quedará claro que ésta no es una sociedad perfecta, sino que ese individualismo y preocupación extrema por la ciencia tienen sus consecuencias negativas.  Y por este detalle -que recién se explora en los últimos capítulos de la novela- es que Shards me gusta tanto.  Cuando lo lean entenderán a qué me refiero.

Aral, por su cuenta, es un Vor.  Es miembro de una de las familias nobles.  Su padre es un conde y cuando éste muera, Aral heredará el título.  No obstante, él es una especie de rebelde dentro de una sociedad altamente conservadora.  Por supuesto que lo que él considera actos de rebeldía para Cordelia, que viene de una sociedad con poco respecto por las reglas, es risible.

Los hechos mismos de la novela no son importantes.  Shards es una gran discusión entre Cordelia y Aral, detrás de la cual van pasando cosas: Motines, batallas, negociaciones diplomáticas, etc.  Aquí lo importante es el choque de dos culturas a través de dos de sus más finos representantes.  Después de todo, Cordelia es una científico.  Capitán de una nave que está en una expedición científica.  Aral, en cambio, es un brillante militar con una carrera sobresaliente, pero temido por otros.

Shards está bien.  Las largas discusiones entre Cordelia y Aral me hacían recordar a las novelas de Michael Crichton, que tanto me gustaban.  Pero después de un rato ya comienzan a cansar.  Y las cosas que pasan mientras tanto no son tan interesantes.  Lo podrían ser, pero algo le falta.

Lois McMaster Bujold, Falling free

In .Inicio, Crítica on 12 enero, 2015 at 4:01 PM

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Hace muchos años… Antes de que hubiera blogs, antes de que hubiera listas de interés, antes de que hubiera foros.  En los inicios de internet… Un amigo me pasó la dirección electrónica de una página web (cuando las direcciones electrónicas eran códigos que el ser humano común y corriente no entendería jamás) de un listado de las mejores sagas de fantasía de la historia.  Me refiero a series de novelas del género de fantasía.  Cada usuario podía entrar y votar.  Era un listado de como 500 títulos.  Recuerdo haber visto los primeros 10 y haber pensado que me faltaba mucho por leer.  En primer puesto, por supuesto, estaba Lord of the rings, que sí he leído.  Y por ahí estaba Dune y por ahí estaba Discworld.  Pero la gran mayoría se escapaban a lo que en ese entonces había leído.  Y me propuse comenzar a conocerlos en la medida de lo posible.  Hice lo que pude por unos años y después esa lista se perdió y en internet por supuesto que aparecieron otras.  Pero siempre me quedé con las ganas de algún día retomar la lectura de lo que esa lista dictaba.

Pues bien.  Hace unos meses encontré la lista en una caja (la había impreso) y busqué cuál sería la siguiente saga que me tocaría leer según ese ranking.  Se trataba de la Vorkosigan Saga.  Yo personalmente no sabía nada al respecto y no había oído hablar de su autora tampoco, Lois McMaster Bujold.  Pero en fin, era la siguiente en la lista, así que decidí que valía la pena darle una oportunidad.  Busqué en su web oficial -la autora aun está viva- y resultó que la primera novela que escribió de la saga no es la primera novela en términos de la historia contada en la saga.  Me refiero a que Falling free es la primera novela que hay que leer, porque narra sucesos que son cronológicamente anteriores, pero no es la primera que McMaster escribió.  Así que me pedí ésa.

Y pucha que no me arrepiento.  Es una excelente novela.  Ciencia ficción de la que me gusta.

El ingeniero veterano Leo Graf es llamado a una estación espacial lejana para enseñarle a su personal técnicas avanzadas de soldado en el espacio.  Cuando llega resulta que todos los que viven en esa estación son producto de un experimento genético para crear humanos que sean más eficientes en ambientes de gravedad cero, los quaddies.  Una de las alteraciones más notables es que tienen cuatro manos y no tienen piernas.  Mientras el ingeniero esté con ellos comenzará a haber complicaciones externas que terminará con una rebelión de los quaddies que obligará a Graf y a otros humanos que se ven atrapados en el conflicto a tomar bandos y a tratar de solucionar la situación.

La novela me encanta por varias razones.  Primero, transcurre dentro del caos de una gran corporación, con todos sus papeleos y sus jerarquías y sus decisiones basadas en qué es lo más costo efectivo.  Pero además, una corporación compuesta por personas que tienen sentimientos, frustraciones, aspiraciones, etc.  En ese contexto, el genio mecánico Leo Graf sobresale por lo pragmático de sus métodos y por las soluciones que termina implantando para los distintos problemas que van surgiendo.

Mientras tanto, los quaddies, que han sido creados y criados por personal de la empresa para que sean los perfectos empleados, tienen que aprender lo que dignifica ser libre y responsable de tus propios actos.  Esto sin grandes divagaciones filosóficas, sino con el pragmatismo de una serie de situaciones en las cuales una decisión equivocada puede llevarte no solo a ti, sino a toda tu comunidad a la perdición.

Falling free es exactamente el tipo de ciencia ficción que me gusta: Ésa en la que un grupo de personas ordinarias tienen que enfrentarse a situaciones extraordinarias con las habilidades con las que cuentas.  Me alegra mucho saber que hay otras varias novelas de esta autora que parten de aquí para construir todo un universo.

(Dibujito de arriba: http://ambient-design.tumblr.com/)

Mis lecturas del 2014, porque no me queda otra

In .Inicio, Crítica on 5 enero, 2015 at 2:30 PM

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Es tradición que a finales de año algunos en sus blogs o cuentas de Facebook o donde sea comenten sus lecturas de los últimos 12 meses.  Algunos incluso se mandan a hacer un ranking.  Yo lo hice por primera vez el año pasado y me había propuesto hacerlo solamente si alguno de los que sigo hacía uno.  Y bueno, esa condición se terminó cumpliendo, así que aquí está, para cumplir conmigo mismo.  Sin embargo, continuando con la tradición que inicié el año pasado, coloco mis categorías personales.

Mayor decepción personal del 2014: The windup girl de Paolo Bacigalupi.  Lo siento, realmente lo intenté.  Sé que es una novela premiada en todos lados y que es importante y todo eso.  Pero aquí entre nos, ese estilo de ciencia ficción fatalista en la que se resalta todo lo malo de la sociedad humana y de la naturaleza humana hace mucho que me dejó de interesar.  Ya, ok, ¿entonces, todo es un desastre y todos vamos a morir? ¿Y no hay razones para esperar algo mejor? Nah, para eso mejor me compro un periódico y leo la sección política.

Mayor descubrimiento personal del 2014: Falling free de Louis McMaster Bujold.  Totalmente lo contrario de The windup girl.  En Falling free se muestra al ingenio del ser humano en su máximo esplendor.  Un ingeniero prestigioso que debe realizar un peligroso plan para salvar a miles de personas.  Todo esto enmarcado en el infierno burocrático que es trabajar para una corporación que opera en muchos planetas al mismo tiempo y que se ha vuelto un verdadero monstruo.  Lo mejor de todo: Éste es el primer libro de una serie de novelas, así que tengo mucho que leer en los próximos meses.

Mayor descubrimiento metaliterario personal del 2014: ¿Se acuerdan de los libros de multiaventura? Esos libritos que uno va leyendo y de pronto el lector debe tomar una decisión y te dicen que si decides abrir la puerta, sigas leyendo en la página 19 y si decides saltar por la ventana, sigas leyendo en la pásgina 23.  Pues resulta que en internet hay toda una movida por escribir estas cosas.  Incluso hay webs que te brindan el espacio para que lo hagas.  Webs como ésta.  Chévere, ¿no? Da nostalgia, por decir lo menos.

Mayor placer culposo personal del 2014: Divergent de Veronica Roth.  Sí, sí, ya sé que la película estuvo mala.  Ya sé que la novela es un obvio intento por capitalizar la moda que impuso Hunger games.  Ya sé que la novela no es particularmente buena.  Ya sé que la narración es simple y la trama tiene unos huecos demasiados grandes.  Ya sé todo eso.  Pero me vaciló su lectura, pues.  No es como que fuese a leer la continuación.  Aunque… No, no lo voy a hacer.

Más sentimientos encontrados del 2014: La serie de novelas de fantasía Discworld de Terry Pratchett.  He disfrutado casi todas y me encanta encontrar el siguiente título que me toca leer de la serie en una librería.  Me he matado de la risa con las aventuras de Rincewind y de los demás personajes reiterativos de Pratchett.  No obstante, desde que he estado haciendo reseñas y comentarios de estas obras para este blog me he comenzado a dar cuenta de que hay fórmulas que se repiten y que hay fuertes debilidades en estas novelas.  Por ejemplo, cuando leí Sourcery me divertí muchísimo.  No obstante, después de escribir este post sobre ese libro, he tenido que re-examinar mi apreciación de ese título.  Sinceramente no estoy seguro de querer seguir escribiendo posts sobre las siguientes novelas de este autor.  He leído varias más y tengo planeado seguirlas leyendo.  Pero mi acercamiento a Pratchett no es lo que era antes.

(Dibujito de arriba: http://castellanoscomics.blogspot.com/)