Uno de los fines de semana en los que había Feria Internacional del Libro, hubo en el centro de la ciudad el Horror Fest Lima 2016. Este evento se organiza cada año y cada vez se pone más bueno por varias razones. Por un lado, la comunidad alrededor de esta temática se ha consolidado, de tal manera que ahora los cosplayers son más audaces, los stands ofrecen cosas más especializadas, etc. Por otro lado, los organizadores ya entienden mejor al público, por lo que saben mejor qué es lo que hay que ofrecer.
Hace un tiempo, saqué un stand en este evento para vender mi novela de fantasía Albatros. Pero para no estar ofreciendo solamente eso, le pasé la voz a otros autores que conocía y que sabía que tenían ejemplares de sus libros almacenados y sin moverse. Solo libros que yo supiese que valiesen la pena. Así fue que junté cosas de Carlos Calderón Fajardo y de Glauconar Yue, entre otros. En algunas ocasiones vendimos bien, en otras no tanto.
Por distintas circunstancias lo dejé de hacer. Pero en los distintos Horror Fests siempre he tratado de estar. Este año el evento fue la muerte, porque estuvo Dross, el venezolano residente en Argentina que tiene un canal de youtube altamente popular y que ha sacado un par de libros de terror. Este tipo debe ser realmente popular en el Perú, porque este anuncio bastó para que se agotaran las entradas.
El día que iba a hablar Dross, el local -que era básicamente un sótano inmenso- se llenó a más no poder.
Ahí dentro, a un lado, habíamos puesto un stand. En esta oportunidad tenía más títulos que ofrecer. Primero, porque no era yo el que estaba ahí vendiendo, sino Jorge Ureta (otro de los escritores altazarianos). Segundo, porque esta vez pusimos a la venta todos los títulos de terror de Ediciones Altazor, que son un montón.
La verdad es que hicimos click. Yo no estuve todo el rato, porque no podía. Pero el rato que estuve, no parábamos de vender. Y es lógico. La gente que estaba ahí es fan del género de terror. Y saber que hay escritores peruanos que escriben terror que transcurre en un contexto más cercano al tuyo tiene que traer cierto atractivo.
En lo personal estos eventos me encantan. No solo por el tema, sino porque me parece que permite que se formen comunidades alrededor de estos géneros. Esto no sólo es chévere porque consolida un público que puede estar más fácil de acceder para colocar productos específicos, sino porque además es paja poderte juntar con otros que tienen los mismos gustos que tú. Cuando yo estaba en el colegio ciertamente no había nada como esto y bien me habría gustado que lo hubiese. O si lo había, nunca me enteré y me habría gustado que lo publiciten más.
En ese sentido, gracias a Victoria y a su equipo por organizarse el Horror Fest cada año. A pesar de que algunos los critiquen, yo sé que se sacan la mugre y que el resultado es bueno. Allá los que no lo quieren ver.