Ya en otro post comenté lo importante que fueron las novelas de Timothy Zahn en el universo Star Wars. Hoy en día ya no son canon, pero eso no quita que sean excelentes historias. Tengan en cuenta que fueron publicadas en el año 1991. Mucho de lo que ahora vemos en Rebels o en las nuevas películas pueden cancelar lo que Zahn proponía, pero en ese año se trataba de propuestas totalmente novedosas. Conforme las vaya comentando se darán cuenta a lo que me refiero.
Primero está el detalle del villano. No puedes tener una buena aventura sin un villano memorable y el Grand Admiral Thrawn era justo lo que el universo Star Wars necesitaba después de la muerte de sus dos principales chicos malos: Darth Vader y Palpatine.
La historia se introduce en las primeras páginas de la novela. Thrawn es un genio militar que no es humano. Y dado que el Imperio era fachista y discriminaba a todas las demás razas, Thrawn la tuvo difícil para ascender dentro de la maquinaria bélica imperial. Aún así, su genialidad y su capacidad para improvisar en plena batalla le permitió llegar lejos. Tanto así que eventualmente choca con Vader y genera rivalidad.
Palpatine, reconociendo que los necesita a ambos, pero que no pueden seguir cerca el uno del otro, porque se terminarán matando, envía a Thrawn a expandir los límites del Imperio conquistando nuevos territorios. De esa manera lo aleja de la capital y del conflicto con la Alianza Rebelde. Por esa misma razón no está presente durante la Batalla de Endor (lo que vemos al final de Return of the Jedi).
Pero ahora, cinco años después, Thrawn regresa con una flota y un plan para derrumbar la Nueva República y reinstaurar el Imperio.
Por el otro lado están los héroes que recordamos de las películas. Olvídense de Episode I o de Force Awakens. Heir to the Empire es muy anterior a esas películas. ¿Se casaron Leia y Han Solo? ¿A qué se dedica ahora Luke, que no tiene Sith Lord que cazar? ¿Cuál será el siguiente gran proyecto de Lando? Todas esas preguntas son respondidas poco a poco a lo largo de la novela. No diría que es lo mejor del libro, pero cumple.
Finalmente, este libro es muy efectivo en presentar personajes nuevos. No son cualquier cosa. Después de todo, todos los libros de Star Wars en cierta medida introducen personajes nuevos para que funcionen. No obstante, estos personajes son geniales, muy sólidos y a final de cuentas justo lo que la franquicia necesitaba.
Por ejemplo, Talon Karrde, el contrabandista excepcional. Talon es presentado como un líder en crecimiento. Obvio, pues. Desde que Jabba The Hut fue brutalmente asesinado por Leia, varios otros líderes tenían que ir apareciendo para llenar ese hueco. No olviden que estamos en un universo que controlaba ferozmente el comercio entre planetas. Es obvio que el contrabando va a tender a agrupar a los criminales de la galaxia. Talon Karrde es el líder con el que Han Solo decide entablar conversaciones para poner a esos contrabandistas a funcionar legalmente para la Nueva República. La visión pragmática y estratégica de Karrde con respecto a las cosas son muy buenas.
Otro ejemplo es Mara Jade. En el universo post-Batalla de Endor hay un problema narrativo: Luke ya no tiene interés romántico. Una vez que se le revela que Leia es su hermana, se enfoca en salvar a su padre. Y luego de eso ya estaría listo para buscar una pareja. Recuerden que en ese entonces aún no existía la regla de que los Jedis no se podían casar y tener hijitos. En ese contexto, Zahn crea a Mara Jade, una asesina que alguna vez trabajó para Palpatine y que sentía la Fuerza a través de él, pero que no era realmente una Jedi. Ahora que Palpatine no está, ella está tratando de sobrevivir en una nueva circunstancia y sin acceso a la Fuerza.
Todo esto es apenas la presentación de una compleja saga. Heir to the Empire es la primera de tres novelas. Tiene acción y tiene intriga y tiene todo lo que un fan de Star Wars de ese entonces necesitaba. Pero por encima de eso es el perfecto inicio de una nueva etapa. Sigo pensando tonto que Disney decidiera sacarlo de la continuidad.