El día sábado de julio de este año en la Feria Internacional del Libro de Lima participé del lanzamiento de la novela El asesino de Notre Dame del escritor peruano Lenin Solano. Los diez minutos durante los cuales hablé están en un video que alguien del público amablemente grabó y subió a su cuenta de Facebook. Lo comparto más abajo, por si les interesa. Durante esos diez minutos, además de comentar el libro, le declaro mi total e infinita enemistad a Lenin. Ahí explico por qué.
Pues bien, comencemos definiendo que se supone que ésta es una novela policial, pero que yo estoy en desacuerdo con colocar esta obra en esa categoría. No me malinterpreten, creo que es una excelente novela, pero de misterio, no policial. Y es que, como explico en el video, hay varios requisitos de esta obra que no cuadran con ese género. El principal de ellos es que nunca se llega a aclarar que los elementos aparentemente paranormales no lo son.
Segundo, hay una inclinación al costumbrismo. En ciertos momentos Lenin se desvía de la narración de la historia principal para darnos un trasfondo a la vida de un personaje en especial. El mejor ejemplo es el del mendigo que opera alrededor de Notre Dame. Se da toda una explicación de qué era lo que hacía antes, qué pasó para que cayera en desgracia, etc. Y es interesante, no lo niego. No obstante, en una novela policial, cada pequeño detalle que se brinda debería aportar a la investigación. Estos desvíos constantes pueden llegar a distraer.
Tercero, algo parecido sucede con los diálogos. Estoy seguro que así es como hablaría un oficial de policía que se está peleando con su superior u otro detective que está siendo injustamente acusado de algo. No obstante, en una novela de este tipo -nuevamente-, todo lo que uno mete debe estar al servicio del misterio principal y su resolución. En el afán por hacerlo realista, Lenin le quita algo de emoción a la novela, deteniendo el crecimiento del suspenso para darle paso a otra cosa.
Lo que sí hay que reconocer es que Lenin claramente sabe de lo que está hablando. Ha investigado bien el escenario de la acción: la iglesia parisina en donde suceden los asesinatos. También ha investigado muy bien a los personajes. En la presentación de la novela me comentó que efectivamente alguna vez entrevistó a un mendigo que opera alrededor del Notre Dame y que con ese material es que armó a uno de los personajes.