Mildemonios

Lemony Snicket, The miserable mill

In .Inicio, Crítica on 4 septiembre, 2020 at 4:32 AM

The miserable mill es la cuarta novela de la saga A series of unfortunate events, que cuenta las desventuras de los huérfanos Baudelaire (Violet, Klaus y Sunny).  Mantiene el mismo estilo de narración enredado de las tres anteriores, pero en esta ocasión la trama es mucho más absurda y tediosa.  En mi opinión es la más baja de las cuatro.

En cierta manera, creo que es en esta novela en la que la serie cambia de rumbo para bien.  La serie es muy particular y original, pero para Miserable mill la fórmula ya se estaba cansando.  Los Baudelaire han perdido a sus padres en un incendio y por ello deben ser cuidados por parientes o por guardianes designados por la ley.  En Bad beginning  son cuidados por Olaph, el villano de la serie, un tío lejano que se quiere quedar con la fortuna de los Baudelaire.

Olaph es un villano muy bien pensado.  Es malvado, es egocéntrico, es actor de teatro y cuenta con una banda de ayudantes que en realidad son los actores de su compañía de teatro.  Esto lo hace supuestamente el maestro del disfraz, pero no realmente.  Violet, Klaus y Sunny siempre lo reconocen.  El detalle es que los adultos nunca les creen.  Esto funciona muy bien en Bad beginning, en Reptile room y en Wide window.

Otro detalle que funciona muy bien en las tres: Que son adoptados en un contexto en el cual los tres podrían ser felices.  En la primera no por Olaph, sino por su vecina, que es una persona amable y tiene una biblioteca en la que Klaus sería feliz.  En la segunda por su tío Montgomery, que se va a ir de expedición en la que Violet sería particularmente feliz.  Y en la tercera por su tía Josephine, que está algo loca, pero los trata bien.  En las tres ocasiones Olaph interviene con un plan demente y echa todo a perder, a pesar de que los huérfanos Baudelaire logran escapar.

En Miserable mill la cosa cambia.  Aquí los Baudelaire son mandados a un lugar que de inmediato es presentado como despreciable, Lucky Smells Lumbermills.  Como será la nueva costumbre en los siguientes libros de la serie, dentro de este horrible escenario se cruzarán con un personaje adulto que habría sido bonito que los adopte.  En este caso es Charles, uno de los socios.  Charles es una buena persona y amable con los tres niños, pero lamentablemente es dominado por el otro socio del aserradero, Sir.

Esta relación abusiva de un villano que está relacionado a Olaph y un potencial padre adoptivo que promete una vida feliz a los Baudelaire, pero que no puede cumplir porque es débil, se va a repetir en otras de las novelas de la serie.  Pero en Miserable mill se hace por primera vez, aunque no llega a ser efectivo en mi opinión.  Es demasiado inexplicable, demasiado obvio.

Sí, ya sé que todo en Series of unfortunate events, es absurdo e inexplicable.  De hecho, ahí está su principal atractivo.  Pero en todas estas locuras hay algo atrás.  No obstante, la relación entre Charles y Sir es demasiado, porque además nos toca a nosotros como personas.  O sea, un lector lee eso y es afectado.

En cambio, el drama de los mismos Baudelaires, si bien es horrible y muy trágico, no tiene realmente ese efecto, porque es absurdo.  Está demasiado alejado de la realidad.  Que todo eso le pase a los mismos niños es un chiste.  En cambio, lo que pasa Charles es feo, porque es relativamente cercano a la realidad.   Es perturbador.

Un último detalle.  En Miserable mill se introducen dos elementos nuevos, ninguno de los cuales me parece adecuado.  Uno se mantiene en las siguientes novelas, el otro no.  Primero, se introduce a una mujer ferviente admiradora de Olaf, Georgina Orwell.  Ella volverá a aparecer como ayudante del villano y su fiel seguidora.  Si Olaf ya tenía una compañía de actores a su disposición, no sé por qué la metieron.  Además, su motivación es su amor incuestionable por Olaf.  Descuadra en un mundo con personajes femeninos tan fuertes e independientes.  El mejor ejemplo es la misma Violet.

El segundo es el elemento de la hipnosis.  Giorgina tiene la tecnología para hipnotizar a Klaus y obligarlo a hacer cosas que no quiere hacer.  Caray, si tiene eso a su disposición y trabaja para Olaf, básicamente la trama de toda la serie se acabó.  Por suerte, esto no será retomado.

En resumen, Miserable mill no es la mejor de la serie, pero es parte del desarrollo de los personajes.  Así que vale la pena leerla para prepararte para la siguiente, Austere academy.

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