Mildemonios

La vida después del 50 Aniversario de Doctor Who

In .Inicio, Crónica on 24 noviembre, 2013 at 9:05 AM

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 Hace unas horas tuve la suerte de ver The day of the Doctor en una de las salas del Cinemark del Open Plaza Angamos.  Y es que -como todo fan de Doctor Who en el Perú seguramente sabe-, una mancha de fans (Doctor Who Perú) negoció con Cinemark para que abra salas en las cuales pasar el episodio especial de la serie que la BBC había preparado por el 50 Aniversario de la franquicia.  Inicialmente iba a ser solo una sala en el Cinemark del Jockey Plaza, pero la respuesta fue tal, que la cadena de cines terminó abriendo varias otras salas.

The day of the Doctor dura 77 minutos, lo que lo convierte en realidad en algo más que un episodio de la serie.  Casi casi una película.  Tuvo mucha campaña previa, pero astutamente la BBC no la hizo a todo dar, sino que apeló a los canales que consideró que asegurarían que la franquicia mantuviese su personalidad de serie de culto que la hace tan atractiva.  Aceptémoslo, Doctor Who no es una serie para cualquiera.  No es para las masas.  Tiene capítulos espectaculares y muy elaborados, pero también tiene capítulos que rompen con todos los estándares de las series norteamericanas de ciencia ficción o de aventuras.  Doctor Who es una seria rara, lo que no quiere decir que sea mala.

A nivel personal debo indicar que es una serie que me estuvo dando vueltas por mucho tiempo.  Tengo la edad suficiente como para recordar haberla visto en el canal 7 bajo el nombre Doctor Misterio.  En ese entonces no terminaba de entender todos los detalles, las explicaciones y los orígenes, pero me llamaba la atención porque era distinta.  El Tardis (que en ese entonces ni registraba que se llamaba así) y el asunto éste de que sea más grande por dentro que por fuera fue algo que se quedó en mi cabeza por años.  Un par de décadas después, cuando publiqué mi novelita de fantasía El heraldo en el muelle un amigo me hizo notar que había mucho de Doctor Who en el universo que yo planteaba.  Y supongo que sí.  Pero también hay mucho de Doctor Who en muchas otras cosas que hago en general.

Esto último me queda más claro después de ver The day of the Doctor.  Y es que, si bien el Doctor ha sido interpretado por varios actores distintos y ha sido escrito por montones de diferentes guionistas en estas cinco décadas, se puede notar una evolución en la esencia del personaje desde su creación hasta hoy en día.  Hoy en día queda claro que es un super-ser que es capaz de hacer mucho más de lo que está dispuesto a hacer.  Como cuando en The family of blood (2007) le explica a unos seres que lo han estado persiguiendo que él no se escondió por temor a ellos, sino para darles una oportunidad de hacer lo correcto.  Y luego procede a castigarlos severamente por no haber tomado la oportunidad.  Algo similar sucede con el final de la tercera temporada, en la que resulta que el Doctor había aceptado sufrir un año de maltratos por parte de su enemigo más emblemático, no porque no haya tenido forma de escaparse, sino porque quería darle una última oportunidad de hacer lo correcto.

En The day of the Doctor vemos cómo tres encarnaciones del personaje (o sea, el mismo personaje en tres momentos distintos de su vida… no se olviden que se trata de un viajero en el tiempo) colaboran para hacer frente a dos amenazas al mismo tiempo.  En ambos casos sucede lo mismo a distintos niveles: El Doctor tiene la capacidad para resolverlo todo de una patada y destruir al enemigo (y a inocentes en el proceso), pero no necesariamente lo hace (tomar nota de la palabra «necesariamente»).  En ese sentido, nos exponemos a uno de los elementos más fuertes de este personaje, pero un elemento que no está desde el comienzo.

El primer Doctor en los episodios transmitidos en 1963 no tiene fe alguna en la humanidad.  En An earthly child, por ejemplo, está dispuesto a arruinarle la vida a dos profesores porque han descubierto su secreto.  No confía en lo más mínimo en que se callen la boca.  Ni qué decir del sexto Doctor, que en varios episodios no tiene problema alguno en matar gente para salvarse a sí mismo.  Pero luego, en la serie actual lo vemos cambiado y está claramente dedicado a adorar la vida y protegerla en general.  Y confiar en la naturaleza de la gente.  Este elemento se deriva de algo que pasó entre el octavo y el noveno Doctor y que nunca se explicó realmente en la nueva serie.  En The day of the Doctor se explica.  Y es una explicación que no me decepcionó ni tantito.

Si tengo que escoger un atributo del Doctor actual es ése: Que confía en la naturaleza de la gente y que está dispuesto a optar por la solución difícil si es que eso implica darle una oportunidad más a alguien de hacer lo correcto.  Y eso es algo que me fascina.  Y sé que si pongo aquí que eso es algo que trato de aplicar en mi vida diaria varios mirarán al techo y dirán en voz alta que no hay forma, pero en serio lo intento.

Y eso es algo que también es bien doctorwhoesco.  Si este ser pan-temporal descrito incluso como genio loco por su comunidad de seres super inteligente no siempre le atina y muchas veces confía en quien no debía y falla en juzgar a las personas, ¿qué tiene de malo que nosotros, comunes mortales seres humanos con todas nuestras limitaciones también cometamos ese error? En ese sentido la tradición del Doctor nos ayuda a seguirlo intentando una y otra vez hasta que le atinemos.

(Dibujito de arriba: http://dannortonart.deviantart.com/)

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